Muchas veces hay circunstancias de la vida que nos ocasionan profundos dolores en el alma, pero Jesús tomó ese dolor en la cruz del calvario, le invito a realizar esta sanidad interior, no será la misma persona nunca más.
Para poder recibir esta sanidad del alma que Dios quiere darte, debes primeramente aceptar a Cristo Jesús como tu Señor y Salvador, haz esta oración:
Señor Jesús te acepto como mi Salvador, te pido perdón por todo lo malo que he hecho en la vida, gracias por morir por mí en la cruz del calvario. Yo creo que tú eres el Hijo de Dios y que resucitastes de los muertos. Gracias Señor, y ahora te pido que me des tu Espíritu Santo. Amén.
Para poder recibir esta sanidad del alma que Dios quiere darte, debes primeramente aceptar a Cristo Jesús como tu Señor y Salvador, haz esta oración:
Señor Jesús te acepto como mi Salvador, te pido perdón por todo lo malo que he hecho en la vida, gracias por morir por mí en la cruz del calvario. Yo creo que tú eres el Hijo de Dios y que resucitastes de los muertos. Gracias Señor, y ahora te pido que me des tu Espíritu Santo. Amén.
Jesús leyó en la Ley:
"El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor". (Lucas 4:18-19)
___________________________________________________________
Oración guía para sanidad interior
Por Arline
de Westmeier
(Extracto de su libro Sanidad del Alma Herida I)
(Extracto de su libro Sanidad del Alma Herida I)
Pide a
Dios que abra tus ojos espirituales para ver a Cristo a tu lado con un
"saco espiritual" abierto, listo para recibir todo lo que te ha
dolido o traumatizado. Eso no quiere decir verle físicamente sino, captar
interiormente lo que tú estás pidiendo, como de veras llevándose a cabo.
Preséntale a El cada escena de tu vida donde tú hayas recibido una herida o un
trauma. Mírale a El en cada una de esas escenas y permite que todo lo que te
pasó a ti, caiga sobre El. Observa cómo lo lleva en la cruz. Ahora toma la
lista que has hecho de las heridas de tu vida y llena con ellas los espacios de
las siguientes frases, una por una.
Di a la
memoria de tu padre:
"Papá,
cuando tú me (ejemplo: hiciste quedar solo teniendo yo tanto miedo) yo sentí
______________ (ejemplo: mucha rabia y temor). Quería _____________ (ejemplo:
golpearte y gritarte que no me dejaras solo) pero tú ______________ (ejemplo:
no me escuchaste)”.
"Señor
Jesucristo, este _____________ (ejemplo: temor y rabia) que yo sentí hacia mi
papá me está acabando. Yo no puedo cargarlo más. Yo echo todo este ______________
(ejemplo: temor y rabia) en el "saco" que tú me tienes abierto; echo
dentro todo lo que mi papá me hizo, todo lo que sentí y aún siento. Cárgalo tú,
por favor".
Cuando todo
esté en el saco, sigue con la segunda herida y ora de igual manera, usando la
misma oración guía. Recuerda decir siempre toda la verdad en cuanto a lo que
sentiste. Grita y llora, si quieres hacerlo. Saca esos sentimientos y luego
échalos en el "saco". Si no recuerdas lo que sentiste, pide a Cristo
que te lo haga sentir de nuevo, y que El libere y reciba esos sentimientos en
el "saco".
Cuando hayas
terminado con todo lo que tu padre te hizo, sigue con las heridas que te causó
tu madre. Luego sigue con cada uno de tus hermanos y hermanas, mencionándolos
por sus nombres; sigue con las heridas que te causaron tus tíos y tías, abuelos
y abuelas, primos y primas, sobrinos y sobrinas, vecinos, compañeros de
colegio, maestros, novios o novias, compañeros de trabajo, suegro y suegra,
cuñados y cuñadas, esposo o esposa, hijos e hijas, sacerdotes y monjas,
pastores y misioneras, o cualquier otra persona que puedas recordar. Haz lo
mismo con lo que no has podido perdonar y aceptar en cuanto a ti mismo.
Ahora di a
Dios todo lo que tú has sentido hacia El; dile que tú no has podido perdonar lo
que El permitió que sucediera en tu vida. Di: "Dios, yo siempre he sentido
que Tú eres (ejemplo: muy injusto) que Tú me, ______________ (ejemplo: estás
castigando). Siento rabia contigo porque Tú permitiste que ejemplo: mi hermano
muriera). Ahora yo tomo todo eso y lo echo en el "saco" de Cristo.
También tomo este cuadro equivocado que tengo de Ti en mi mente, lo hago
pedazos y lo echo en el "saco" de Cristo; no puedo cargarlo más.
Muéstrame, por favor cómo eres Tú realmente."
Si tal vez sientes temor de Cristo, no puedes
confiar en El, o tienes cualquier otro sentimiento contra El, échalo en el
"saco" de Cristo también.
Cuando ya no
puedas recordar nada más para echar en el "saco", di a Cristo:
"Señor
Jesucristo, si hay algo más para echar que yo no puedo recordar, tráemelo a la
memoria ahora mismo".
Si no hay nada
más, en tu nombre yo cierro este saco, séllalo con tu sangre. "Señor, yo
echo este saco lleno de mis heridas sobre tus hombros; llévalo en la cruz".
"Te veo a
Ti, Señor, caminando hacia la cruz con este "bulto" tan pesado sobre tus
hombros, gracias por cargarlo por mí. Señor, yo te veo clavado en la cruz con
mi "bulto" y cómo cae ese bulto al infierno, de donde vino, y ahora
es exterminado. Gracias por venir a mí, ya resucitado. Veo en tus ojos amor,
perdón, compasión, y mucho más. Yo me acojo a Ti para recibir tu sanidad, tu
amor, tu perdón, y tu compasión".
Ahora, di la
verdad a la memoria de tu padre. Di:
"Papá,
jamás podría perdonarte lo que me hiciste. Pero yo he echado todo este dolor
sobre Cristo. El lo cargó por mí y ahora mi "vaso" está rebozando con
su perdón. Yo tomo el perdón de Cristo y lo extiendo a ti. Papá, con el perdón
de Cristo yo te perdono. Perdóname tú a mí también por las veces que yo no me
comporté bien contigo".
Di ahora a
Cristo: "Cristo, jamás pude perdonar a mi papá, pero Tú ya cargaste este
dolor. Yo tomé de tu perdón y lo extendí a mi papá. Con tu perdón yo le perdoné
a mi papá todo que me hizo".
Perdona de la
misma manera a tu madre, a tus hermanos y a todas las demás personas de tu
lista. Perdónate a ti mismo también. Di tu propio nombre:______________________________
"Yo te
perdono con el perdón de Cristo y te acepto como tú eres; con todos tus
defectos y tus virtudes, así como Cristo te aceptó".
Ahora di a
Dios:
Dios, yo nunca
he podido perdonar el hecho de que Tú permitieras que______________ (ejemplo:
mis padres se separaran). Ahora, Dios, yo he echado todo esto en el saco del
Señor Jesucristo. El está derramando su perdón en mí. Dios, con el perdón de
Cristo, yo te perdono el hecho de haber______________ (ejemplo: permitido que
mis padres se separasen). Perdóname Tú a mí por mi actitud hacia Ti.
Cuando nada
más te venga a la memoria para dar a Cristo, termina tu tiempo de oración,
dando gracias a Dios por el milagro de sanidad que El está llevando a cabo en
ti.
ORANDO POR LA SANIDAD DE OTROS
Cuando
Dios sana a una persona, ésta ya puede orar por otros para que ellos a su vez
también sean sanados de sus traumas y heridas. Puedes usar la oración con una
sola persona, con un grupo, o para ti mismo. Pídele que él te siga, formando
cuadros mentales acerca de aquello por lo que tú estás orando. Sus ojos vieron
y sus oídos oyeron todo que le traumatizó, ahora tienen que ver y oír como Cristo
le sana. Pídele a Cristo que El tome la mano de la persona y le guíe a través
de su vida, mientras tú oras. Pon el nombre de la persona por la cual estás
orando en los espacios de la siguiente oración que puede servirte como pauta.
"Señor
Jesús, te doy gracias porque en ti no hay pasado, en ti todo es presente. Te
pido que tomes la mano de________________ (ejemplo: la mano mía, Juan, María, o
de cada quien aquí congregado) y andes con él a través de su vida, juventud,
niñez, el día de su nacimiento, y aun el día cuando fue concebido".
"Señor
Jesucristo, libera a________________ de cualquier clase de influencia negativa
recibida de la vida de sus padres, abuelos o bisabuelos. Líbrale de toda
influencia de hechicería o espiritismo en la cual ellos tal vez hayan tomado
parte, aun antes de su nacimiento. En Tu nombre renunciamos y anulamos todo
esto y cerramos las puertas que fueron abiertas al reino de Satanás. Llena con
tu Espíritu Santo la parte de su vida que fue afectada".
"Mira,
Señor, la noche de la concepción de _____________; Tú sabes que quizá fue un acto
de amor, un accidente, o inclusive un acto de pecado.
Señor, entra
allí en esa habitación y haz de este acto algo lindo como Tú quisiste que
fuera. Si hubo pecado, llévala sobre Ti en la cruz del Calvario. Señor, Tú
tienes control de todo y Tú quisiste que esta vida fuera formada. Tú tuviste un
plan para antes de la fundación del mundo. Gracias por ello".
"Señor,
cuando la madre se dio cuenta por primera vez que estaba esperando un niño, tal
vez sintió miedo, inclusive pudo rechazar en ese momento a _______________________________
Señor, acércate a esa madre y consuélala. Dile que Tú la cuidarás, que Tú le
has dado este niño y que tienes un plan para él. Infunde en ella gozo y
confianza en Ti que se proyecten al bebé".
"Señor,
tal vez la madre tuvo un embarazo difícil, y hasta llegó a enfermarse, Quizá no
era casada y seguramente se sintió culpable. Señor, ahora mismo, lleva Tú esas
enfermedades y culpas sobre Ti y sana cualquier trauma que pudiese haber
afectado al bebé.
"Señor Jesús,
cuando llegue el momento del parto, te pido que te acerques a la madre. Tal vez
el parto fue largo y difícil. Extiende tu mano sobre ella, lleva sus dolores y cuida
al bebé de todo trauma. Y cuando nazca _______________ recíbelo en tus brazos,
dale la bienvenida a este mundo. Dile que Tú le amas, que estás muy contento de
que haya nacido y conságrale en este mismo momento a tu obra".
"Señor,
durante estos primeros días y años cuando el bebé necesitaba tanto del cuidado
de su madre que le meciera y le diera seguridad, tal vez ella estuvo muy ocupada
y no pudo atenderle; o tal vez por causa de la pobreza, alguna enfermedad, o
aun la muerte, el bebé fue separado de ella y se quedó solo, llorando, sin que
nadie lo atendiera. Señor Jesús, entra donde está este bebé llorando, tómale en
tus brazos, cámbiale los pañales, dale el tetero, mécele suavemente y dile que
Tú le amas y que vas a darle todo lo que él necesita".
"En los
años que siguieron se "metía en todo" y estaba siempre haciendo
preguntas, tal vez la madre se enojó y le dijo que se callara y no preguntara
más; inclusive, tal vez empezó a aprender que no debía hablar de lo que
realmente pensaba, sino que debía desconfiar".
"Señor,
toma Tú este niño en tus brazos, ponlo sobre tus rodillas, escúchalo y
contéstale todo lo que él quiso saber. Sánalo Señor Jesús, tal vez durante
estos años el padre tampoco tuvo tiempo para________________o tal vez fue muy
brusco con él. Te pido que Tú tomes a este niño en tus brazos fuertes y seas un
padre para él, hazle sentir tu protección y cuidado. También pudo ser que este padre
(aun la madre) haya llegado embriagado y haya maltratado a los niños y a la
madre con palabras y aun con castigos".
"Señor,
entra en esta habitación donde están ellos, tal vez aun metidos debajo de la
cama, llenos de terror. Señor Jesús, enfrenta Tú al padre y haz que estos
castigos, latigazos, y palabras feas caigan sobre Ti; lleva todo eso en la
cruz. Deja salir a esta familia sin ningún trauma, pues Tú estás allí. Señor,
pon tus manos sobre todas las llagas que recibió durante este tiempo y sánalas
completamente; llénalo con tu amor y tu confianza. Gracias porque Tú estás
haciéndolo".
"Señor
Jesucristo, en los años siguientes a la niñez hubo muchas veces en que ______________
siendo niño, se comportó de tal manera que necesitaba la corrección y pudo ser
que sus padres en vez de instruirlo con amor, no le entendieron, lo
ridiculizaron, lo criticaron, le hicieron sentir que nunca podía hacer nada
bien. En vez de ayudarle a desarrollar confianza, le infundieron desconfianza. Poco
o nunca lo elogiaban por lo que hacía y, por lo tanto, él se siente muy
acomplejado; siempre piensa que va a fallar".
"Señor,
anda al lado de este niño y afírmale cuando ha hecho las cosas bien. Dile que
Tú estás muy orgulloso de él por la manera como está aprendiendo y
desarrollándose. Explícale todo lo que quiere saber. Cuando él se comporte mal,
castígalo en la forma debida según el amor, explicándole la razón de su
castigo. Al ser castigado injustamente, Señor, cúbrelo y recibe Tú este castigo".
"Tal vez hubo ocasiones en que los
hermanos mayores no entendían a bien. Tal vez lo ridiculizaron y lo
menospreciaron, causándole heridas y traumas que nunca sanaron. Carga Tú el
dolor de estas llagas y sánalas”.
"Señor, cuando
entró al colegio, todo fue extraño para él y seguramente tuvo temor. Toma Tú la
mano de él y acompáñale al colegio. Seguramente, algunas veces los niños lo
hicieron a un lado, haciéndolo sentirse solo. Quizá hubo algún profesor que le hizo
sentir que no valía nada y hasta hizo mofa de él. Quédate al lado de y permite que
todas esas palabras y actitudes caigan sobre Ti y que él pueda salir libre.
Sánale de estos traumas. Gracias porque Tú lo estás haciendo".
"Señor
Jesús, cuando llegó a ser joven, (señorita), tal vez nadie le explicó acerca de
la vida. Quizá no supieron cómo explicarle y todo llegó de sorpresa, causándole
vergüenza y miedo. Señor yo pido que te acerques a él y le expliques todo lo
que debe saber. Permite que toda vergüenza y temor caigan sobre Ti".
"Tal vez
la niña fue violada y al llegar a señorita se siente menospreciada y sucia. Tal
vez el joven fue llevado a una casa de lenocinio y lo que aprendió en ese
período de la vida le haya inducido al mal de por vida. Señor Jesucristo, entra
Tú en estas escenas y limpia la mente y el
cuerpo de todo
lo que pasó en ese tiempo. Haz a este joven (señorita) tan limpio y sano, como
si nunca hubiera pasado nada. Gracias por lo que Tú estás haciendo".
"Posiblemente
el novio o la novia de______________le engañó y ya no puede confiar en el amor
del sexo opuesto. Toma Tú este engaño sobre Ti".
Ayuda a la
persona a hablar a la memoria de todos los que le han herido, echando todo en
el "saco" de Cristo, así como tú ya lo has hecho al principio de este
capítulo. Ayúdale a ver a Cristo llevando el bulto a la cruz y abrirse al
perdón de Cristo y extender este perdón a los que le han herido. Permítele
expresar su dolor de cualquier manera que él pueda sacarlo de su ser, recuerda
que no hay nada demasiado difícil para Dios que El no pueda sanar. Dale tiempo
hasta que el dolor disminuya y él se calme. Guíale a traer al Señor cada uno de
los traumas que ha escrito en su lista, siguiendo las oraciones al principio de
este capítulo. Si la lista es demasiado larga, o si la persona está demasiado
cansada para continuar, permítele que continúe el día siguiente en la casa. Termina
el tiempo dando gracias por lo que Dios está haciendo en la persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario